Todo partió con un comunicado de prensadel Gobierno de Chile. “El texto busca expresar las inquietudes de los Estados en relación con el actual funcionamiento del sistema regional de protección de derechos humanos”, reza el comunicado. Entre otras cosas, “la declaración considera que los Estados gozan de un razonable margen de autonomía para resolver acerca de las formas más adecuadas de asegurar derechos y garantías, como forma de dar vigor a sus propios procesos democráticos. La declaración plantea que dicho margen de apreciación debe ser respetado por los órganos del sistema interamericano”.
Fue Paraguay quien publicó la declaración de los gobiernos. La pillan aquí.
A partir de ello, se compila el debate generado por la Declaración. El Presidente de la Corte Suprema sostuvo que “no es posible ignorar la jurisdicción generada por el derecho internacional”. La Cámara de Diputados acordó un acuerdo instando al Ejecutivo a reconsiderar su posición.
Por otro lado, la Comisión IDH valoró "la postura constructiva de los Estados y examinará el tema durante sus próximas Sesiones".
Entre medio de la polémica, la Corte Suprema dio a conocer un veredicto en que se ordena anular las condenas de siete comuneros mapuche, a raíz de la sentencia de la Corte IDH en el denominado caso "Lonkos".
En Twitter, recomiendo los hilos de Jorge Contesse, Constanza Núñezy Gustavo Arballo. Además, empezaron a aparecer columnas y cartas al respecto. Les dejo el debate generado.
C. Fuentes. El oportunismo de la Cancillería (24.04.19)
Un país pequeño, fuertemente integrado y dependiente del sistema internacional, no puede arriesgar el ser percibido como oportunista, uno que busca que otros jueguen con las reglas de los Derechos Humanos, pero que no está dispuesto a acatar esas mismas reglas. El oportunismo internacional de hoy, será el fracaso de mañana.
X. Gauché & J. Schonsteiner, et al. Reacción a la carta de los cinco gobiernos para limitar rol del Sistema Interamericano (25.04.19)
Los cambios a los que llaman los gobiernos de los cinco gobiernos, quienes han mostrado compartir una agenda común en determinados temas, no son baladí. De llegar a implementarse, dejarían sin efecto real al mandato de promoción y protección de los derechos humanos que recibieron Comisión y Corte de parte de los mismos Estados ya que quitarían a los órganos de supervisión la capacidad de efectuar, justamente, su mandato de supervisión e interpretación, tan necesario para resguardar, en el pasado y presente, la democracia y la dignidad de todas las personas.
F. Cox. "Estos gobiernos se ponen en el mismo nivel de Maduro" (25.04.19)
“En esto veo una estrategia de estos países para alejarse del SIDH y crear un sistema nuevo. Al parecer las sentencias sobre el reconocimiento de la Diversidad Sexual, Identidad de Género, Ds. Sexuales y Reproductivos, de pueblos originarios les empezaran a molestar. Mala señal.”
C. Contreras. DD.HH. en serio (25.04.19)
Chile tiene que dotar de fuerza sus compromisos internacionales y hacerlos realidad. Nuestro país ha avanzado en la promoción y protección de los derechos humanos gracias a la labor de la Comisión y de la Corte. Sin ellas seguiríamos teniendo censura previa, no habría un Consejo para la Transparencia, se seguirían alegando normas de derecho interno para no sancionar los crímenes de lesa humanidad, etc.
C. Núñez. Un paso más a la neosoberanía (26.04.19)
Por tanto, esta declaración, sumada a la no suscripción del Pacto Global de Migraciones, no adoptar el Acuerdo de Escazú y las objeciones que se han presentado para no ratificar el Protocolo Facultativo de la CEDAW, no nos pueden hacer sino concluir que Chile ha decidido sumarse, sin complejos, al club de los neosoberanistas, lo que constituye un retroceso importante para la protección de los derechos humanos.
T. Vial. Sistema de derechos humanos (27.04.19)
De este modo, lo que estamos presenciando es un (des) concertado esfuerzo (nuevamente) de debilitar el mecanismo que los propios estados americanos se han dado para velar internacionalmente por los derechos humanos. Aquí parece darse, otra vez, el adagio “la derecha y la izquierda unidas jamás serán vencidas”. Dios no lo quiera.
D. Lovera. Sistema de DDHH (29.04.19)
Prácticamente todos los medios de comunicación y comentaristas han señalado la naturaleza excepcional de la audiencia de esta semana en la Corte Suprema, para decidir como dar cumplimiento a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Norín Catrimán y otros”. No obstante, un breve análisis de Derecho comparado nos demuestra que la situación a la que se enfrenta la Corte es más común de lo que se podría pensar.
M. Peña: La Corte Suprema y el caso Norín Catrimán (LT 8.5.19)
¿Podría estimarse, entonces, que la Corte Suprema se ha excedido? Creo que debemos reconocer, con altura de miras, que es al revés. Nos ha brindado un gesto de reconocimiento de que hasta los jueces pueden equivocarse, y cuando están de por medio los derechos esenciales de las personas solo cabe enmendar el error, independientemente de quien lo constate: un tribunal supranacional o uno nacional.